jueves, 28 de abril de 2016

El viaje de una pompa de jabón.

El viaje de una pompa de jabón 
por Isabel Mª Martínez

Mai era una niña de 7 años, tenía mucha imaginación,
pero lo que más deseaba en el mundo era poder volar;
incluso, un día que se acostó temprano sintió como su 
cuerpo empezó a flotar, elevándose desde su camita,
 hasta que notó que su espalda tocaba el techo.
Sintiendo el contacto continuo del techo en su espalda,
salió de su habitación, cruzó el pasillo y acabó en la
habitación de sus padres, descendió y se quedó 
profundamente dormida. No sabemos el tiempo que 
trascurrió pero se despertó al oír como su madre, 
tiernamente, la llamaba –Mai, Mai…despierta tesoro, 
estás en la cama de los papis y te tienes que ir a la 
tuya- Mai; a lo largo de su vida defendió que esa noche
había volado, nadie la ha podido convencer hasta hoy de
lo contrario, a pesar de que algún amigo le habló de que 
existen los viajes astrales. 
A partir de ese momento, Mai habla de su viaje astral, 
pero solo para que no la miren  demasiado mal; en el fondo 
de su alma se siente afortunada porque sabe que esa 
noche pudo hacer algo increíble: VOLAR.
Pero esa es otra historia que veremos en otro momento,
por ahora volvamos a los siete años de Mai. A Mai le 
encantaba jugar con las pompas de jabón, imaginaba lo
que sentirían al ser ingrávidas y poder flotar en el aire, al 
notar el roce del viento sobre su húmeda y frágil superficie
redonda, le gustaban sus colores, forma y movimientos. 
Eran preciosas.
Muchas veces, su madre le hacía un preparado en un vaso
de plástico a base de agua y  jabón de friegaplatos, le daba
una pajilla y ya sabía que Mai, a pesar de lo revoltosa que 
era, estaría entretenida toda la tarde. 
Una tarde de sábado, su madre les había preparado, 
a ella y sus hermanos Peter y  Caramica, tres vasitos con 
agua y jabón, para que jugaran en la terraza. Y aunque hoy  
parezca absurdo, para ellos la tarde de pompas era una 
auténtica fiesta. 
Pronto, el espacio inmediato más allá del balcón se llenó 
de pompas, volaron en todas  direcciones, algunas les 
explotaban en la cara y los tres hermanos reían por ello. 
Otras,  guiadas por el viento volvían a entrar en el balcón; 
dejaron el suelo sucio y mojado, su madre ya contaba con 
ello, pero eso no le importaba. 
Mai sopló con conocimiento de causa, ya era una experta 
y sabía que no podía ser ni muy fuerte ni muy suave, el 
caso es que salieron de la pajilla cinco maravillosas 
pompas de jabón grandes y perfectas.
P.a fue la primera, asombrada, gritó a las demás –Mirad 
que alto- pues Mai vivía en un quinto piso.
P.e fue la segunda, pero no le dio tiempo a decir nada, 
ya que se estrelló contra el toldo que protegía a la vivienda 
contra el sol.
P.i fue la tercera y arrastrada por el viento siguió el mismo 
camino que P.a, y en un momento dado le dijo –hermana, 
¡que bonito es todo!- y P.a le contestó –si, yo también 
estoy muy emocion…- pero no pudo acabar la palabra que
quería decir, emocionada, ya que explotó en un sin fin de 
puntitos de lluvia de color.
P.o fue la cuarta y ascendió rápidamente tras una súbita 
corriente de aire que la empujó hacia arriba, no sabemos que
pasó con ella puesto que nadie le siguió la pista.
P.u fue la última, pero Peter, al que ya se le había acabado 
su mezcla de agua y jabón, como niño travieso que era, 
se dedicó a fastidiar a sus hermanas, explotándoles todas 
las pompas que hacían. P.u se encontró, de pronto, entre 
sus palmas, pero no sufrió.
Los tres hermanos siguieron pasando una tarde deliciosa 
y ahora el juego era ver si Peter podía explotar todas las 
pompas que Mai y Caramica hacían, antes de que tocaran 
el suelo.

miércoles, 27 de abril de 2016

Interrogantes educativos planteados por Bartolomé y Grané.

      1. Autoridad.

¿Queremos seguir así?
            Entre todos podemos cambiar esto.
            Aporta, comparte, aprende…



Conceptos como inteligencia colectiva (Lévy, 2004) nos llevan a concebir que la voz del experto no es tan necesaria. Los usuarios de la Red desarrollan sus propios mecanismos de validación de la información, muchas veces más fiables que los, a menudo, interesados consejos de expertos. Bartolomé y Grané (2013) 

Imagen extraída de Flickr, representa la idea clásica que se tenía y se sigue teniendo sobre la propiedad y distribución de la información.

    2.    Acceso global.

         Uno para todos y todos para uno.

               
Estar “conectados” en un mundo global implicará conocer realidades muy alejadas de la nuestra y participar de acciones colaborativas con personas de todo el mundo. Y, en este sentido, Internet es la herra­mienta de comunicación que puede permitirnos una conexión participativa.  Bartolomé y Grané (2013) 
Imagen extraída de Flickr, hace un guiño a la popular frase de “Los tres mosqueteros” de Alexandre Dumas (1844). La imagen representa fielmente la esencia de esa frase

         3.    Información inabarcable.

        Seamos prácticos: Internet.
         Menor espacio.
            Menor gasto en recursos.
            Más divertido y dinámico.
            Más fácil.
            Más usuarios.
            Más rápido.
           


Debemos ser conscientes del crecimiento potencial de informaciones en el mundo y de la necesidad de desa­rrollar las competencias transversales que permitirán a los futuros ciudadanos y profesionales, habitantes de un mundo global, desenvolverse en una sociedad en cambio constante. Bartolomé y Grané (2013). 

Imagen extraída de Flickr, representa la imposibilidad de contener, siquiera, todos los libros que se han escrito, cuanto menos poder leerlos u ojearlos. Hace falta una estructura más sencilla donde se organice y busque la información. Internet.

        4.    Identidad digital.

       Busca y establece tu propio espacio.



Es una de las competencias transversales que debemos trabajar con los jóvenes, el proceso de gestión de los propios datos, y de creación de identidad en la Red, desde una perspectiva activa sobre la propia identidad. Bartolomé y Grané (2013) 

Imagen extraída de Flickr, nos parece muy alusivo la palabra yo sobre un teclado, uniendo identidad y tecnología.

     5.    Inestabilidad de los documentos.

  Protejamos lo más valioso que posee el ser humano:  
  El conocimiento.        
        

El conocimiento se vio abocado a ser contenido en libros, por lo que también absorbió el carácter de inmutabilidad propio de este soporte. Bartolomé y Grané (2013).

Imagen extraída de Flickr, representa la vulnerabilidad del conocimiento.

      6.    Superficialidad del conocimiento.

       Profundiza, investiga, compara…
     Conocer para ser más libre.



Tanto profesores como alumnos caemos, a menudo, en una lectura rápida de contenidos e informaciones, quizás en diagonal, cuando no directamente superficial o parcial ¿Dónde nace esta superficialidad? ¿Son consecuencia de la ingente cantidad de información existente? Bartolomé y Grané (2013).

Imagen extraída de Flickr, intenta representar hasta donde nos puede llevar el verdadero conocimiento de las cosas y que éste, quizás, no se alcance nunca.



       7.    Democracia informativa.

         Todos en la red, un obús contra los 
       intereses creados y los grupos de poder.


Ciertamente, los grupos que tienen el poder siguen jugando con una ventaja inicial (tienen también sus propias redes) pero incluso sus intentos de infiltrarse chocan con la tremenda potencia de Internet y su resistencia a los ataques. Bartolomé y Grané (2013).

Imagen extraída de Flickr, visualiza el acceso a la información global que tiene un humilde usuario, y por lo tanto todo su poder.


  8.
    Respeto a la privacidad.

  Protege tu intimidad. Conoce tus derechos en la red.

  
Google se compromete a no hacer públicos los datos que posee sobre nosotros, pero no­sotros le damos permiso para almacenar información sobre los sitios que visitamos, lo que decimos en nues­tros mensajes de correo electrónico, lo que escribimos en nuestros documentos, las imágenes que almacenamos... Bartolomé y Grané (2013).

Imagen extraída de Flickr, es evidente lo que representa pero el comentario de Bartolomé y Grané no nos tranquiliza en absoluto.


       9.    Autoría.
   Respetemos la creatividad de los demás.



Es evidente que el esfuerzo y la inversión en la creación de contenidos (audiovisuales o de todo tipo) deben ser recuperables para la sostenibilidad de la industria cultural. Pero ahora existe el sentimiento de autoría social… Bartolomé y Grané (2013).

Imagen extraída de Flickr, representa una red sostenible, creativa y que facilita el empoderamiento personal y colectivo, como vía de transformación social, impulsando nuevas formas organizativas más conscientes.



Realizado por el Grupo Alfa Omega.